sábado, 3 de enero de 2009

las mujeres las poetas las suicidas


"no se nace siendo mujer, se llega a serlo"
Simone de Beauvoir


I

Nací sin carne propia
amorfa, ladeada, incompleta
arrastrada por la Tierra y
moldeada en el silencio

Héme aquí teniendo frío
con mis huesos desnudos
por no encontrar a mi sombra
o a mi aura que entienden todo
lo que he sido y no he podido ver

Podría comprarme una carne
algún día que vaya de compras por el Centro
pedirla a domicilio, ponérmela
y cambiaármela cada estación de año
pero no quiero
no espero encontrar una carne que me cubra
que me quede a la medida, que me guste
y que no haya sido violada por la sociedad

acaso es posible
quiero envolverme en mantas
que arrastren por la calle
cubrirme de pies a cabeza
esconderme entre sus pliegues calientitos
hasta que llegue el día en que la carne venga a mí
y se me adhiera a los huesos
y respirar me resulte doloroso

Es probable que esto nunca suceda
y muera
y me incineren envuelta en las mismas mantas
roídas y mohosas de toda mi vida
y el olor que despidan mis cenizas
no sea otro
más que el de haber sido nadie


II

Confundo melancolía con locura
pasión, ausencia, dolor
y te pido no hablar de amor
en tus versos

mejor guárdalo en un cofrecito de plata
acomodado estratégicamente
entre los pulmones y el diafragma
para cuando la luna nos avise
nos reúnamos a intercambiarnos
sentimientos

Algún día he de hablarle de amor
a estos versos míos
y descolgaré de sus párpados
esas sombras de miedo
que razgan los papeles en que escribo

y sentiré tu aroma
en cada palabra que escriba
y mis manos se pondrán ágiles
para buscarte entre poesía
en la poesía que es tu cuerpo
que me hace bella
cuando se posa al lado de mi cuerpo

He pensado en hablarte de amor algún día
inventarme mientras duermo un corcel gigante
buscarte en esos castillos de los que nos hablan cuando niñas
pero he sabido encontrarte despierta,
y tocarte tan real que quemas
así que renuncio a ser quién te rescate
renuncio a estar a tu lado y hablarte de amor
renuncio a tenerte sólo en sueños

Muchacho mío
has de ir a revisar tu correspondencia
que aunque no te hable de amor
aunque no te vea
sabrás que cada palabra y verso
estará impregnado de este amor
que siento
sabrás que estos versos son tuyos
y que tantas veces sentir poesía
es hablar de ti


III

Confieso que yo soy quien ronda a la muerte


...
--no sé si este tipo de contribuciones se acepten, pero es la primera de muchas -ojalá- que haré, va de nuevo

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